Violencia Vegana

Acabemos con la tiranía de las bocas sanas en cuerpos mal alimentados. Nútrete a base de plantas y vive miles de años, en el mal.

lunes, 1 de agosto de 2011

BURRITO VEGANO
 (o Cagarruta de oveja, en lecho arrozal Satánico-tomatero, amortajado  inmisericordemente por manto de maíz)
DIFICULTAD: Monguer
TIEMPO DE PREPARACIÓN: Dos horas como quieras, pero tranquilitas, sin sudar.

Esta receta es cojonuda, porque surgió de la nada y del juntar dos o tres cosas que sobraron de otras recetas. Y esta rico que te cagas. Es un poco coñazo porque hay que elaborar tres platos independientemente, y después perder tiempo montándolos. Pero contando con los niveles de desempleo en España, hay más de un 20% de posibilidades de que no tengas NADA que hacer con tu puta vida en este momento, así que bien podrías invertir tu tiempo en hacerte de comer como un Rey, aunque tu situación económica sea la de un siervo.
Por tanto esta receta te va a demandar habilidades multitarea, aunque cada una de las tareas en sí es sencilla. Te prometo que valdrá la pena (si lo haces bien, claro, que esa es otra). Recomiendo cocinar cantidad suficiente como para hacer al menos doce o trece burritos, de ese modo te quedará material para hacértelos al menos tres días (o invitar a alguien a quien quieras impresionar/follar).
Pero bueno, vamos al tema ya, que me enrollo como las putas persianas:

INGREDIENTES

Divididos en los tres componentes principales del burrito

Para el Pico de Gallo Españolizado (PREPARACIÓN: DIEZ MINUTOS)
  • 1 tomate grande, ande o no ande –o dos pequeños- (recuerda que cuanto más feo sea el tomate, más bueno es)
  • 1 o 2 cebolletas, según el tamaño. 
  •  1 latita de maíz dulce. 
  •  Un par de ramitas de cilantro natural, nada de esa puta pasta ya machada que venden ahora. 
  •  Lo mismo de perejil. 
  • El zumo de un limón entero (para los hermanos de allende los mares que me leen, en España llamamos Limón al amarillo, el que es más grande). 
  •  Un chorraco (al gusto) de vinagre crianza. Desde aquí aprovecho para cagarme en el balsámico de Módena. 
  •  Aceite de Oliva al gusto. 
  • Opcional: aceituna picada.

Para las alubias negras (PREPARACIÓN: HORA Y MEDIA)
  • Un vaso español (el feo, el pequeño de la nocilla) de alubias negras. 
  • Tres vasos de agua. 
  • Una pastilla de caldo vegetal. 
  •   Sal y un poco de aceite de oliva.

Para el arroz satánico (o de Satán) (PREPARACIÓN: VEINTE MINUTOS)
  • Un vaso español (ya lo he explicado antes, no me jodas) de arroz basmati. 
  • Tres vasos de agua. 
  •  Medio pimiento rojo y medio pimiento verde. 
  •  Cinco dientes de ajo. 
  • Otra pastilla de caldo vegetal. 
  •  Especias por un tubo, chaval: Una hoja de laurel, Pimienta negra, pimentón picante, cúrcuma, comino molido, curry y romero. 
  • Un chorrito (o chorrón, al gusto, so melón) de salsa verde mexicana.
Y, por supuesto, un paquete o dos de tortillas de trigo: las Hacendado son a la par baratas y cojonudas. Huye de Old EL Paso como de la puta peste bubónica.

CONCEPTO
Antes de empezar a explicaros como cocinar esto, es importante conocer el concepto, ya que va a darte la libertad de cambiar la receta en lo accesorio sin cagarla y destruirla por completo en su esencia. Como ves todos los ingredientes son plantas: por eso se llama burrito vegano, merluzo. Si quieres y no eres vegano, le puedes poner trozos de carne de animal apestoso, o queso u otras mierdas. Allá tú y tu acidez de estómago. El plato combina los tres elementos expuestos antes, cada uno con una función en el conjunto: el arroz pica y da sabor, el pico de Gallo alivia el picante y refresca, por último el frijol negro sirve para unir los tres elementos (actuando como una especie de cemento) y para realzar texturas. Además, dan morbo porque parecen mierda de oveja. 

Adivina: ¿Cuál es comida y cuál es caca?


 PREPARACIÓN

Lo primero que hay que hacer es ocuparse de los frijoles (ya que son de lejos lo que más tiempo necesita). No olvides ponerlos en remojo la noche antes, o te quedarán duros, coño. En una cazuela pequeña (si es de barro cojonudo, sino, cualquiera vale), pones el agua, la pastilla de caldo vegetal, un chorrito de aceite y sal al gusto (no pongas mucha que con el caldo vegetal ya va medio sobrado). Cuando hierva, echas las alubias, negras como tu alma de vegano cabrón; remueves, y cuando vuelva a hervir lo bajas a fuego lento (el 4 de la vitro, para monguers). Ahí van a estar las primas recociendo por los siguientes 90 minutos, tiempo que vas a aprovechar para encargarte de las otras dos patas del banco.

Es hora de enfrentarse al Pico de Gallo Españolizado, para zotes peninsulares, estamos hablando de una ensalada de tomate natural. Para los hijos del Sol, le llamamos españolizado porque el espíritu de Cortés ha mancillado la receta tradicional con cosas como el vinagre y el aceite de oliva. Siendo una ensalada, todos los ingredientes van a ir crudos, por tanto es la parte de la receta que menos ciencia tiene, así que es “casi” imposible que la cagues. Pica el tomate (sácale el agua y límpiale las semillas antes, guarro), la cebolleta, el cilantro y el perejil. Mézclalos en un bol. Añade la lata de maíz (escurre el agua primero, hijo mío), el vinagre, el zumo de limón y una cantidad generosa de aceite de oliva. Si te molan las aceitunas, puedes picar diez o doce y echarlas también.  Asimismo, no sería ningún crimen sustituir el limón por dos limas (las verdes redondas). Una vez este todo bien mezclado, al frigorífico con ello. Es importante preparar esto lo primero porque, en la hora y pico que queda hasta que los frijoles terminen de cocer, el limón y el aceite de Oliva van a penetrar sin piedad en el resto de ingredientes. Recordando así como en su día aquellos extremeños harapientos penetraron en el Imperio de la Serpiente Emplumada. De ahí el nombre de la ensalada.

Por último, le toca al Arroz Satánico. Esta es la carga explosiva del burrito, es muy importante no hacerlo MAL sino DEL MAL, lo cuál debería ser una constante en tu vida, para eso estás leyendo este puto blog. Primero pica juntos los cinco dientes de ajo y los dos medios pimientos. Después te van a hacer falta dos cazos. En uno pones los tres vasos de agua y la pastilla de caldo vegetal, y lo pones a fuego fuerte hasta que hierva. Cuando hierva, echas el arroz basmati y una hoja de laurel, remueve, y cuando vuelva a hervir, bájalo a fuego lento (el cuatro de la vitro, te lo he dicho antes, imbécil). Esto va a estar en unos 13 minutos, así que ten listo un colador grande para entonces. 
En el otro, pones aceite de oliva (lo bastante para que se forme una capa de un par de milímetros en el fondo) a calentar a fuego medio. Cuando el arroz del primer cazo lleve como cinco minutos cociendo, echas en este otro el ajo y los pimientos. Déjalos arder al calor de Satán unos ocho minutos, para que su amor infinito llene tu burrito de sabor. No te preocupes en exceso de tu alma, porque seguro que no tienes. Y si la tuvieras, tampoco sabes dónde está, así que ¿qué más te da?

Cuando el arroz esté cocido, vierte el contenido del cazo en el colador grande, escúrrelo de líquido como buenamente puedas (con una cuchara grande, con el pito, ¿yo que sé?), y una vez este seco y limpio, lo añades al cazo dónde habías dejado friéndose el ajo y los pimientos y bajas el fuego. El siguiente minuto es un poco frenético y estresante, ahí tienes que preocuparte en añadir todas las especias (la pimienta negra, el pimentón picante, la cúrcuma, el comino molido, el curry y el romero), mientras remueves el arroz sin parar. Es importante ser generoso con la cúrcuma y el comino (para mi gusto), pero vamos hazlo como a ti te mole, que sobre gustos con las especias no hay nada escrito (y aunque lo hubiera, te la suda, porque dudo mucho que leas).

Llego el momento de añadir la salsa verde mexicana. Aquí el tema cantidad también depende de cada individuo. No te pases o, como nenaza penínsular, perecerás entre picores atroces. Es mejor echar un poquito, mezclar, probar, y corregir. Un par de minutos removiendo esta ponzoña diabólica y ya debería estar listo. Apártalo.

Probablemente habrás tardado unos 40 minutos en hacer el pico de gallo y el arroz, por lo que todavía les quedan 50 minutos a las alubias. Da justo para hacerse una paja y echar un FIFA. No olvides entre córner y córner ir a vigilar las alubias y removerlas para que no se peguen…

TIC- TAC- TIC- TAC- TIC- TAC

DIODENARL!
Además de rico, colorido y bonito.

Pues sí, ha pasado la hora y media, las alubias están cocidas, tiernas y sabrosas, como ellas en las fiestas de fin de curso. Es hora de montar los burritos.

Colocarás los tres ingredientes (Pico de Gallo, Alubias Negras, Arroz Satánico) en tres tuppers o platos hondos, o lo que tengas que no sea ASQUEROSO. Pondrás una sartén ondulada (la de hacer los sándwiches de jamón y queso. Tu abuela seguramente la llamaría Carmela) a fuego medio (no le pongas aceite, melón). Vamos a usar esta sartén para calentar las tortillas. CALENTARLAS, ¿eh? No vamos a quemarlas, ni a cocinarlas. Solo calentarlas para que después, al enfriarse, se queden rígidas y el burrito mantenga su forma.
Asina

Por tanto, echas una tortilla cada vez, la dejas en la sartén unos segundos. Le das la vuelta, otros segundos, y cuando esté caliente (y antes de que se acartone, ¡no cagarla!) la sacas. Rápidamente, mezclarás en el centro de la tortilla en porciones semejantes un poco de Pico de Gallo, arroz satánico y cagarrutas de oveja. Asegúrate de no echar demasiado, o no se cerrará. Empaqueta el relleno con la tortilla como si fuera un regalo (doblando un extremo hacia dentro y después plegando los laterales en torno al relleno hasta que quede prieto) dejando un extremo abierto.  Una vez empaquetado así, ponlo boca abajo en una fuente o plato grande y vuelve a empezar.
Así esá bien de cantidad, ansioso.

Doblas por abajo.

Giras desde la izquierda

Solapas la mitad derecha debajo de la izquierda

A tomar por culo, así se las ponían a Fernando VII.

Lo cojonudo de la receta es que lo mismo puedes montar dos o tres burritos ahora y guardas los ingredientes (duran en el frigo unos tres días), o puedes hacer burritos hasta que se termine y guardarlos ya hechos. Allá tú.
Por el culo te la hinco.

Solamente que sepas que están buenos que te cagas, son fáciles de comer y molan. Y que, con el permiso del Chef Vegano del Black Metal, llevan el calor de Satán.

¡Hasta pronto, hijos de puta!

5 comentarios:

  1. tiene usted twitter, Don Felipe?

    pd: me gusta mas la pinta de la caca

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  2. Que va. A mi sólo me indigna Pans & Company, y Justin Bieber me la suda para bien y para mal.

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  3. Las etiquetas me dan toda la confianza del mundo, hay que probarlo.

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  4. Son los puntos cardinales de todo vegano violento. El lunes que viene subo otra!

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  5. Como se nota que los veganos y tal sois unos porreros... haciendo fajitas de profesional... mucho rul veo yo.... jejejeje

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